La comunicación tiene una base humana, es bidireccional, es conversación. Es el elemento más importante en el desarrollo de las relaciones. El hecho de comunicarnos va intrínseco con el ser humano. No se puede vivir sin comunicar, sin expresar, sin transmitir todo aquello que nos hace sentir. Es el método que utilizamos las personas para dar y recibir información sobre nuestro entorno, ideas, sentimientos, actitudes. También incluye la forma en la que percibimos esos mensajes y el uso que le damos.
Por eso contar la historia de tu empresa, de tu marca, de tu negocio, y contarla de forma que conecte, es uno de los aspectos más importantes de la identidad corporativa. Las historias perduran y nos ayudan a aprender, a comprender y a evolucionar. Una buena historia permite humanizar una marca y crear un poderoso vínculo que te acerca a las emociones de quienes interactúan contigo.
Llevamos más de 40.000 años practicando el arte de comunicar contando historias, el storytelling. Concretamente, desde el Paleolítico, periodo del que datan las primeras pinturas rupestres. En esas cuevas y abrigos, de forma rudimentaria aunque efectiva, empezamos a contar los orígenes de la humanidad. Además, y ahora viene la buena noticia, no hay más técnica que la de tener algo que contar.
Todos tenemos una buena historia, o muchas. Vamos a ver ahora las claves para que esa historia consiga conectar con quien la recibe. Para estructurar una historia que emocione, que impacte, que sea fácil de recordar, viral, sencilla… como todo buen cuento, ha de tener en cuenta la base de la narrativa: contar con un inicio, un desarrollo, un clímax y un cierre final, que invite a la reflexión.
Contar la historia de tu proyecto requiere sinceridad y transparencia. Ser tú mismo será la mejor forma de conectar y generar confianza. Cuenta con detalles, una historia para ser real requiere mostrar algunos datos concretos. Así aumenta la autenticidad y se da certidumbre al relato.
Habla sobre tus valores, intereses, motivaciones y cómo nació la idea de tu proyecto. Cuenta los motivos que te impulsaron a ir tras tus objetivos y emprender, así como la visión de tu empresa, ya que es lo único que nadie podrá copiar jamás y será la clave de tu diferenciación frente a tu competencia.
Construye una narración emocional, esto quiere decir que esté presente alguna emoción, como el amor, el dolor o el humor, o las tres. Un texto bien concebido normalmente incluye las tres. Si piensas sobre tus propias vivencias o de las personas que tienes a tu alrededor verás que no hay experiencias en las que sólo esté presente una emoción.
Y una última prueba, haz que tu historia sea válida. Como los buenos planes de negocio, una buena historia ha de poder ser escalable, es decir que funcione tanto persona a persona como para miles de ellas.
El éxito de una estrategia de comunicación basada en storytelling centra el foco en las personas y no tanto en el producto o servicio. Si soy cliente no quiero saber únicamente lo que ofreces. Quiero conocer qué hay detrás de tu existencia y qué te ha motivado a tomar la decisión de desarrollar este proyecto empresarial. Muéstrame tu lado humano para que pueda confiar en lo que haces.Aquí desnudamos nuestra alma para que conozcas el relato de Sisu Comunicación. Como ves, todos tenemos una historia que contar, ¿Cuál es la tuya?