Un texto entendido, un texto con sentido

Un texto entendido, un texto con sentido

Sumar palabras suena fácil, pero que su suma de un buen resultado no siempre lo es. Es por ello que, cuando llegue a ti un tema y tengas que ponerte manos a la obra regálate unos minutos para pensar dónde quieres llegar y, sobre todo, quién va a leer tu creación, es sin duda lo más importante. Y es que, aunque todos sabemos que no es lo mismo hablar de economía para estudiantes de universidad que para educandos de primaria, a veces perdemos de vista esta realidad tan trivial; por ello el primer paso de tu éxito es adaptar el contenido de tus líneas al público objetivo.

Claves SISU para que el texto conquiste los sentidos de quien lo disfruta

Cada palabra importa, por eso elige bien

Elegir las palabras adecuadas también es un ingrediente que hace la receta sabrosa y exquisita. Por ello evita las repeticiones; el diccionario español recoge cantidad de sinónimos; buscar alternativas siempre es la mejor opción para que el texto no parezca una canción del verano, que repite la misma frase más de una docena de veces. Otra de las claves es evitar el abuso de los adjetivos y adverbios, a veces su exceso deriva la atención del lector ya que puede quedarse más con las descripciones y el espacio-tiempo que con el verdadero sentido del texto. 

Los destacados como fórmula de atención

A lo largo de la escritura no olvides las fórmulas para destacar aquellos contenidos que quieres que queden en su retina. El uso de las negritas, subrayados o incluso los subtítulos, son mecanismos para que la vista vaya directamente a este punto; aunque en ningún caso se debe abusar de ellos ya que sino puede llegar a saturar la vista y llevar al abandono de la lectura. Estos mecanismos puedes definirlos cuando plantees la estructura del texto, una herramienta inicial que también te llevará sin duda a obtener la clave del triunfo. 

No imites crea tu propio estilo

No olvides ser auténtico. Aunque leer mucho es una buena clave para luego llevar a cabo buenos textos, reproducir tendencias o utilizar autores de moda para adecuar tus líneas puede llevarte al fracaso. Puede que los primeros textos no te convenzan, pero tal vez si practicas la escritura como deporte diario encuentres tu propia línea creativa y verás que no es necesario imitar a nadie para ser leído. 

Las pausas llevan al buen entendimiento del texto

Si quieres seguir conquistando la meta no has de dejar atrás las paradas y descansos, esas que vienen dadas por los signos de puntuación. Elige los más adecuados y para ello, una vez escrito léelo en voz alta, seguro que notas como has dejado algunas pausas por el camino que debes incluir antes de poner el punto y final. 

Tras el punto final queda la fase más importante, no la dejes de lado, es vital

Cuando vayas camino de finalizar el texto, no olvides que, igual que al principio tuviste que usar el ingenio para atrapar al lector y hacer que continuara leyendo, el final debe dejarlo con buen sabor de boca. Si es así, seguro que volverá a leerte. No olvides leerlo varias veces, puede haber errores de concordancia u ortografía que cuando estás inmerso en la escritura no descubres. Puede que cuando lo hayas leído no estés seguro si el producto final es bueno, así que, pide a alguien que lo lea por ti, un consejo externo puede ofrecerte una visión distinta y complementar tus sensaciones finales. 

Si aún así estas no son 100% convincentes, tómate tu tiempo para que el producto final sea lo que diseñaste al principio, si ni tú mismo estás convencido… ¿crees que el lector lo estará? Seguro que, con estos tips, que, aunque muy aprendidos muchas veces quedan de lado, logras crear un texto con sentido y capaz de ser entendido.

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